- Este cuatrimestre hago la de Güichal, el taller de escritura ¿qué onda?
- Y mira vas a tener que escribir, y no te atrases porque no la levantás nunca más
Las palabras de Laura todavía me rebotan en la cabeza, ¿ un taller de escritura? ¿qué vamos a escribir de nuevo? Primer día de clase. Bloques, bloques y más bloques. El miedo se empieza a hacer presente. ¿Todo eso habrá que escribir? Porque la de la entrevista te la acepto, mas o menos se como es, como se escribe, pero ¿la crónica? ¿qué carajo será la crónica? Y ahí nomás en esa primera clase empezamos a escribir. “Que primero quiero una descripción de cada uno de ustedes, que después la del compañero, vayan pensando un posible entrevistado pero también hagan la nota de lector del texto sobre el paradigma indiciario (si me preguntabas que era una nota de lector tampoco te iba a saber decir). Demasiadas cosas, un primer bloque entregado con zozobra, y un segundo que costó sangre, sudor y lagrima. Un libro, un prólogo que abrió mentes, crónicas que conmovieron, que abrieron puertas sobre un género demasiado vital como para no conocerlo. Leer el blog de los compañeros, el de los talleristas del cuatrimestre pasado para aunque sea darse una idea de cómo arrancar. Mamita querida que difícil es esto. Charlas con los compañeros vía mail, mensaje de texto, chateo, todo para que por lo menos cometamos los mismos errores. Ya paso medio cuatrimestre y no parece mentira. Y aunque Celia este embarazada (ya está confirmado) parece tener ganas de que sigamos escribiendo. Ahora narración, Piglia y después los tan temido ensayos. Allí estaremos, viendo como la piloteamos. Eso si de algo podemos estar seguros, no somos los mismos de antes.
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1 comentario:
Lográs un buen retrato de la materia...
Se aceptan sugerencias para el taller,
saludos,
Celia
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